Piensa en todo lo que tienes en el salón. Más allá del sofá, encontramos otros muebles que utilizamos para almacenar una gran variedad de objetos. Son útiles, sí, pero… ¿Son realmente necesarios? Hablamos con Lidia Molina, arquitecta experta en minimalismo clásico, sobre la cantidad de muebles que se pueden y deben agregar en un salón para que se vea elegante, estiloso y ordenado.

lidia molina
Foto: Foto: Bacon Studio

Una experta en minimalismo dicta los límites

Lidia comienza por explicarnos las bases del minimalismo clásico, la filosofía de diseño con la que trabaja. La arquitecta asegura que "El minimalismo clásico va mucho más allá de una simple condición estética. Busca crear entornos equilibrados, personalizados y funcionales, donde cada elemento tenga un propósito claro. En mi Estudio (Lidia Molina Arquitectura e Interiorismo), cada proyecto parte de esta premisa: concebir hogares que reflejen la personalidad y las necesidades de mis clientes sin caer en la saturación ni en lo superfluo.

Un hogar en clave de minimalismo clásico

Un hogar en clave de minimalismo clásico

Foto: FOTO: Alejandro Gómez Vives

Uno de los principios fundamentales del minimalismo clásico es la búsqueda de la organización y la armonía. Un exceso de mobiliario no solo resta amplitud visual, sino que también interfiere en la circulación y el uso eficiente del espacio. El mobiliario debe diseñarse o escogerse con el propósito de mejorar la experiencia de quienes lo utilizan, proporcionando confort, estructura y armonía visual".

En este contexto, muchos podrán pensar que reducir la cantidad de muebles del salón puede provocar un ambiente vacío y frío, pero lejos de esa perspectiva, Molina asegura que "la ausencia de elementos innecesarios implica una distribución consciente y pensada. Por ello, en muchas ocasiones, las soluciones a medida son la mejor alternativa para optimizar las estancias, garantizando que cada elemento cumpla múltiples funciones. Este tipo de equipamiento no solo mejora la funcionalidad del hogar, sino que también refuerza la estética minimalista, evitando la acumulación de elementos innecesarios y permitiendo que cada pieza tenga un propósito claro y definido".

Casa minimalista Manakova
Foto: ©Mikhail Loskutov - Estilismo: Natalya Yagofarova

Ante el claro anuncio de la arquitecta, sobre la limitación del mobiliario en el salón y de la apuesta de diseños a medida, desde la revista Interiores nos ha surgido una pregunta:

¿De qué elementos prescindirías en un salón?

Lidia Molina: "El salón es una de las estancias donde más se percibe la diferencia entre un diseño equilibrado y otro saturado. La tendencia a acumular sin una planificación adecuada suele derivar en un entorno caótico y poco práctico. Por ello, en mis proyectos suelo descartar:

  • Piezas excesivamente voluminosas: por ejemplo, un sofá desproporcionado en un salón pequeño puede robar protagonismo y reducir la sensación de amplitud.
  • Mobiliario sin funcionalidad definida: no es necesario llenar la estancia con vitrinas o aparadores si no aportan utilidad real. Prefiero integrar soluciones de almacenamiento discretas o recurrir a diseños personalizados para cada vivienda.
  • Exceso de mesas auxiliares: si bien pueden resultar prácticas, su acumulación puede restar fluidez al entorno. Solo incluyo las indispensables según el uso real del cliente.
  • Repetición innecesaria de elementos: dos mesas de centro, varias butacas sin un propósito claro o un exceso de sillas pueden sobrecargar visualmente el ambiente sin aportar comodidad adicional.
Casa minimalista
Foto: IMAGEN SUBLIMINAL

La experta termina diciendo que "La clave del minimalismo clásico es encontrar el equilibrio entre lo esencial y lo prescindible, asegurándose de que cada elemento tenga su razón de ser. De este modo, los espacios no solo resultan más ordenados y armoniosos, sino que también generan una mayor sensación de bienestar y confort".