La cocina en forma de L es uno de los diseños más funcionales que puedes elegir si quieres aprovechar al máximo el espacio, especialmente cuando hablamos de pisos pequeños o de cocinas estrechas, y también en cocinas abiertas al salón o al comedor. 

Este tipo de distribución te permite moverte más cómodamente por la estancia y las zonas de trabajo. Además, así aprovechas las esquinas que suelen ser difíciles de utilizar. Podemos decir que es una solución efectiva para quienes quieren mantener una estancia más limpia y ordenada visualmente. Sin embargo, con las cocinas en L también puedes jugar con diseños modernos e integrar una isla o una barra de desayuno.

A continuación, tenemos 6 ejemplos que demuestran todas nuestras teorías que llevadas a la práctica resultan en cocinas prácticas, bonitas y muy bien estructuradas. ¡Toma nota e inspírate! 

Ya ves que con planificación y un poco de estrategia siempre hay una solución para aprovechar cada rincón. ¿Necesitas más ideas para cocinas pequeñas? Mar Vidal, arquitecta de interiores, nos cuenta en este artículo cómo sacarle partido a una cocina pequeña y estrecha, sin obras.