La mayoría de las casas españolas entre finales de los 50 y principios de los 80 tenían gotelé: una técnica para pintar las paredes con la que se buscaba disimular pequeños desperfectos propios de la construcción. Te suena, ¿verdad?
Durante los 90 y la primera década de los 2000 pasamos a odiarlo con todas nuestras ganas, y la moda era retirarlo al hacer reformas en casa pese a que no era barato (ahora mismo, la broma de retirar el gotelé de las paredes de un piso de unos 75-80 metros cuadrados puede costar alrededor de los 3.000 €).
A día de hoy, el gotelé ya no se quita de las paredes del salón, los pasillos, la entrada o el dormitorio, sino que, por el contrario, se recupera porque aporta textura y mayor interés visual a cualquier interior; algo que es tendencia. Seguramente, la moda por lo vintage en el más amplio sentido del término también tiene que ver al respecto.
Te contamos las ventajas estéticas del gotelé y qué otras alternativas interesantes tienes en tus manos para salirte de las típicas (y aburridas) paredes lisas.

Foto: David Frutos / cortesía: Laura Ortín Architecture for Happiness
Los expertos abrazan el gotelé en sus proyectos: las ventajas
En general, el problema del gotelé era que se usaba para ocultar desperfectos en lugar de para destacar un espacio. En pasillos estrechos y habitaciones pequeñas cumplía esa función casi de máscara, pero ahora, en el interiorismo moderno, se demandan más cosas y la idea es utilizarlo para destacar un espacio y potenciar sus características.
El futuro del gotelé pasa por su capacidad para aportar calidez y naturalidad a los ambientes en los que se use para decorar. "Al jugar con la textura de la pared, se consiguen matices diferentes. La luz, por ejemplo, puede percibirse de una forma no tan plana a como sucedería en un interior de paredes lisas", apunta la interiorista Leticia Yäguez.
Es decir, el gotelé vuelve como alternativa a las paredes lisas y sin personalidad al ser capaz de aportar carácter a cualquier espacio.
Otras 5 alternativas en tendencia a las paredes lisas